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Contenido trasversal

 

 

Los elementos trasversales, según el real decreto 1105/2014 de 26 de diciembre establece el tratamiento de áreas que trata de claves para el correcto desarrollo del alumnado tanto a nivel personal como social. La ley educativa contempla una serie de cualidades en competencias tales como: educación cívica, competencia lingüística, oral, escrita, igualdad de trato, rechazo a la violencia de cualquier tipo, fomento de la pluralidad cultural, política y social, fomento de un desarrollo sostenible, apuesta por valores de igualdad de sexo (evitando de este modo comportamientos sexistas y estereotipos discriminatorios), prevenir cualquier uso inadecuado de tecnologías, información y comunicación. Fomento del espíritu emprendedor y de empresario, así como la ética empresarial y su espíritu. Adopción de actividades físicas junto a una dieta equilibrada.

En definitiva se hace alusión a:

- La comprensión lectora.

- La expresión oral y escrita.

- La comunicación audiovisual.

- Las Tecnologías de la Información y la Comunicación

- El emprendimiento y la educación cívica y constitucional.

 

Según Carlos Rosales López (Rosales López, C, Evolución y desarrollo actual de los Temas Transversales 2015):

 

El concepto de «temas transversales» constituye una denominación técnica con la que se hace referencia a contenidos de enseñanza y aprendizaje que por su relevancia formativa no pueden confinarse en el ámbito de una determinada disciplina o área curricular, sino que deben ser objeto de tratamiento en todas o en una pluralidad de ellas. Se trata pues, de contenidos que se van a desarrollar «a través de» la mayoría de actividades que el alumno realiza en el centro escolar.

 

A su vez, en el artículo de “Identificación de competencias transversales para reformas curriculares: El caso de la multiculturalidad” (María Víquez-Moreno, D.; Ricardo Valenzuela-González, J. & Compeán-Aguilar, M.D.; 2015) basa su definición de competencias transversales en la OCDE (2005) como aquellas “capaces de orientar, teñir y alimentar los planes y programas formativos, buscando anteponerlas al contenido temático, brindándoles nuevo significado como elementos importantes para evaluar, acreditar y revalorar la formación personal.”

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